Filed under: Intelectos
“En el laicismo francés (…) Dios era reemplazado por el Estado, la virtud cristiana por el deber cívico, la religión por el patriotismo, la sumisión y la obediencia al rey, al autócrata y al clero por el acatamiento al funcionario, al propietario y al patrón”
«La idea enseñanza no debiera de ir seguida de ningún calificativo; responde únicamente a la necesidad y al deber que siente la generación que vive en la plenitud de sus facultades de preparar a la generación naciente, entregándole el patrimonio de la sabiduría humana.
Hallándonos aún en camino de ese ideal, nos vemos frente a frente de la enseñanza religiosa y de la enseñanza política, y a éstas es necesario oponer la racional y científica.
Como tipo de la enseñanza religiosa existe la que se da en las congregaciones monásticas de todos los países, consistente en la menor cantidad posible de conocimientos útiles y recargada de doctrina cristiana e historia sagrada.
Como enseñanza política hay la establecida en Francia poco después de la caída del imperio, encaminada a exaltar el patriotismo y a presentar la administración pública actual como instrumento de buen gobierno.
Se aplica a la enseñanza en determinadas circunstancias la calificación de libre o laica de una manera abusiva y apasionada, con el fin de extraviar la opinión pública; así llaman los religiosos escuelas libres las que pueden fundar contrariando la tendencia verdaderamente libre de la moderna enseñanza, y se denominan escuelas laicas muchas que no son más que políticas o esencialmente patrióticas y antihumanitarias.
La enseñanza racional se eleva dignamente sobre tan mezquinos propósitos.»
Francisco Ferrer Guardia, «La escuela moderna».
La escuela moderna es una obra pedagógica que se basa en una crítica clara y consistente al sistema educativo llamado «laico». Francisco Ferrer Guardia, masón y anarquista español fusilado en 1909, sostuvo las falencias didácticas que hoy, un siglo después, siguen existiendo y están más arraigadas que nunca. Además de criticar el patriotismo y el contenido de las materias relacionadas con el Estado y la democracia, Ferrer Guardia buscó la manera de implicar el conjunto del entorno y la evaluación hacia la correcta interpretación de los contenidos, eliminando sistemas de premios y castigos, amonestaciones, obligatoriedad, y creando una base de programa escolar dinámico pero a la vez abarcativo para generar una opinión crítica en el estudiante. A la vez, su proyecto incitaba a la unión interesada de las clases obreras con el fin de nivelar los conocimientos de la sociedad para evitar la creación (o subsistencia) de una clara «elite intelectual».
En la práctica, Ferrer Guardia fundó en 1901 su primera escuela en Barcelona, con el lema de «educar a la clase trabajadora de una manera racionalista, secular y no coercitiva». Además de los objetivos y tendencias antes nombrados, la escuela tenía un amplio contenido simbólico para su época: era mixta y ecologista. Niños y niñas adquirían los mismos conocimientos y se preocupaban por el mantenimiento del medio ambiente, lo cual era una forma más de demostrar la falta de responsabilidad de las autoridades públicas. La escuela fue cerrada en 1906 y Guardia encarcelado bajo el cargo de «sedición».
Vale la pena leer la obra, y discutir su contenido.
Deja un comentario so far
Deja un comentario
larazondelamayoria.wordpress.com 